Tal y como dice su nombre, el marketing directo es una comunicación bidireccional directa. Usando estas campañas los anunciantes pueden crear un diálogo entre ellos y los consumidores (los ya habidos y los potenciales) y mantener esta relación todo el tiempo que sea posible o deseada.
Las empresas pueden adaptarse al cliente y ofrecer los descuentos que reclaman, según sus necesidades, y adaptarlos de forma individualizada.